martes, 6 de diciembre de 2011

EDUCACIÓN ROMANA

En los albores, la educación de un romano, era impartida por su progenitores. Esta educación se basaba fundamentalmente en el conocimiento y respecto de las costumbres de sus antepasados, mos maiorum, y la unidad familiar que representaba la unidad social. El cabeza de familia era el paterfamilias, era el dueño de todo y decidía quien vivía y como. La madre les enseñaban las virtudes del hombre o mujer ideal, ayudada por algún miembro mayor de la familia, aya. Las virtudes enseñadas eran: la gratuitas, que era la seriedad ante la vida; la bona fides, que era la lealtad y el valor de la palabra dada; la pietas, el respecto a los dioses...Cuando cumplían los siete años, la madre dejaba de encargarse de su educación. Si era niña, puella, la madre le enseñaba las tareas de la casa como tejer, cocinar y demás labores. Pero si era niño, puer, se encargaba de él el padre y le enseñaba a leer, escribir, los trabajos del campo, a luchar y lo educaba según la tradición. No se separaba ya del padre, lo acompañaba a cualquier lugar, hasta que cumpliera los doce años.


 Educación Elemental 
La enseñanza primaria estaba destinada a los niños de 7 a 11 años. La enseñanza se podía impartir en casa a cargo de un profesor particular, que normalmente era un esclavo griego o se acudía a las escuelas de los litterator, primus magister o magister ludi. Los niños eran acompañados por el paedagogus, esclavo de confianza, a clase, o por el capsarius, que era el esclavo encargado de llevar la capsa, estuche escolar. Se aprendía a leer, escribir y contar, la disciplina era durísima se basaba todo en la memorización y se castigaba severamente cualquier falta cometida, los castigos estaban bien vistos y se creía que era la mejor manera de aprender. Los materiales empleados eran las tabula cerata, tablillas enceradas, stilus, punzón. Posteriormente apareció el papirus, papiro, el calamus, la pluma, la atrametum, tinta y la capsa, estuche.

Educación Media
La educación secundaria, era impartida por el gramaticus, a el acudían los niños de 12 a 16 años, generalmente de familias adineradas. El gramaticus cobraba cuatro veces más que un magister.  Se estudiaban los clásicos griegos y latinos, se comentaba lo leído, y se estudiaba gramática. Los textos se dictaban y los alumnos debían de aprender a pronunciarlos correctamente y leerlos con sentimiento, tenían que comprender el texto y aprender pasajes de memoria. Los autores más leídos eran Homero, Virgilio, Cicerón, Terencio, etc. y además del latín aprendían griego, que generalmente su pedagogus ya había enseñado desde pequeño. El griego también era el idioma de los enamorados. Posteriormente también se enseñaba geografía, métrica, mitología, física..., disciplinas técnicas o científicas.

Educación Superior
Esta educación estaba destinada a los jóvenes de 17 a 20 años que querían dedicarse a la oratoria o la vida publica, la política. Las clases eran impartida por el rhetor, generalmente griego y cobraba cuatro veces más que el gramaticus.
Los alumnos aprendían las reglas de la retórica, filosofía y de la oratoria. los ejercicios eran escrito y orales, elaboraban alabanzas, discusiones, narraciones y oralmente practicaban la elocuencia de sus discursos, había dos tipos de ejercicios los suasoriae, que eran discursos sobre temas históricos, monólogos en los que personajes famosos de la historia valoran los pro y los contra antes de tomar una decisión; y la controversiae, discusiones entre dos alumnos que defendían puntos de vista contrarios sobre temas judiciales.

La preparación no viene dada teóricamente, sino a través de circunstancias reales de la vida. Su pedagogía estaba fundada en el respeto por las tradiciones y la observación de la vida práctica.
El modo de educación que se efectuaba en Roma no está del todo alejado de lo que se vive en la actualidad, pues nuestros actos son reflejo de una primera educación que se recibe en el hogar, al lado de nuestra familia, y que para que se lleve a cabo de manera eficaz debe basarse en el respeto y conservación de una serie de costumbres y tradiciones que nos dotan la identidad frente a las demás.
En Roma se da una educación de campesinos y la clase social que rige la cultura romana es la aristocracia rural, constituida por propietarios que cultivan por sí mismos las tierras de sus antepasados. La educación en este ambiente tendrá como fin la adaptación gradual del muchacho a las tareas de sus mayores, fundamentalmente labranza y pastoreo.
El objetivo y misión del padre como educador es revelar al muchacho la costumbre ancestral, hacérsela respetar como ideal indiscutible como norma para el pensamiento y para la acción.
Las virtudes del romano son: el trabajo, la austeridad y la frugalidad. El niño va aprendiendo a adoptar la actitud de suma gravedad en el rostro y en toda su compostura. A esta austeridad de la presencia externa debía unirse la práctica del endurecimiento físico. Para lograrlo se realizaban diversos ejercicios: resistencia al frío y a al calor, lucha cuerpo a cuerpo, nadar contra la corriente, etc.

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